Por Sebastián Artola
Licenciado en Ciencia Política
Encuentro por el Proyecto Nacional
La discusión sobre el Puerto de
La cuestión no pasa por plantear si las políticas sociales van primero y las culturales después. Ambas son dimensiones sustantivas y hacen a la posibilidad de construir una ciudadanía plena.
El tema a discutir es, si las mismas, son políticas públicas para todos o sólo para unos pocos.
Y la iniciativa del Puerto de
La prioridad de construir una imagen de “ciudad moderna y cultural” vendible al exterior, como si fuese una marca, significó durante todos estos años enormes gastos públicos en publicidad, y, a la vez, un profundo reordenamiento territorial y urbano que privilegió claramente el perímetro centro-norte de la ciudad en línea hacia la costa, invisibilizando a los sectores populares a través de una fuerte segmentación espacial.
Lo cierto es que la nueva mirada puesta hacia el río, terminó dando la espalda a la gran mayoría de rosarinos que aún esperan políticas que les permitan dejar de ser meros habitantes de la ciudad para constituirse en ciudadanos de la misma.
Entonces, no es casualidad que el Puerto de
Políticas culturales que repongan la palabra e identidad de los barrios en la definición de una ciudad para todos y la recuperación del puerto como vía de salida de una economía local y regional que debe redefinirse desde una clave que promueva el valor agregado y el trabajo digno, son los verdaderos desafíos de un nuevo modelo de ciudad.